El ingreso de mi alma al lugar sin tiempo, el silencio oculto, el templo de olvido
Conviértete en mi purgatorio. Las escrituras del destino, guárdalas bajo tu almohada y así hazlo siempre, ahí donde se esconde la llave de este paraíso la misma que habré el infierno. De nuevo palpitando, creciendo, elevando y desgarrando mi parte terrenal.
Escribiendo el que ruego sea el capítulo final, el agujero negro que devora la repetición de los ciclos. Inundado en ego hasta la parte demencial y sólo tu eres capaz de abrir este mar...
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