sábado, 1 de agosto de 2020

Las tumbas y sus cimientos



 En las tumbas estaban los restos, en los cimientos las palabras guardadas, las que sostienen el resentimiento y nos obligan a ser recordados en otros, en nosotros.

Parecen estructuras pero solo son suturas y fracturas, pero aun así nos sostienen, nos advierten y nos mantienen.

Testigos del olvido, de lo vivido que hemos invadido, de la presencia de otros que hemos concebido, pero al mismo tiempo elevado y brutalmente descendido.

Destrozado y cansado de buscar y de iniciar, de salvar y sentenciar, de rogar y vaciar, de pedir y dar como en toda cadena, un eslabón va a reventar

Como todo a merced del tiempo tiende a colapsar, toda playa soleada esta merced de la tempestad


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Creyendo que me podía salvar, creer es mas difícil que amar

Engañar es fácil que afrontar

Quedarme quieto era mas fácil que irle a buscar,
sentir fue mas difícil que desvirtuar la realidad

Nuestras propias mentiras son las que jamas nos dejan de asombrar

No se podía medir, pero fue mejor dejarle de lado, dejar de lado el camino, el camino siempre es la parte que gozamos, pero el final es mas que conocido, siempre doloroso desde el inicio vislumbrado, afortunadamente me cuesta creer en las promesas, era muy arriesgado creerse amado.

Nunca había podido poner mi mente tan en blanco, no podía seguir dando vueltas al vació donde me desenvolvía, todo parece una mentira, dudando de cada movimiento, de cada palabra, de cada momento.