ochenta y uno

dormir esperando respuestas de las que ya soy mas que consciente

lagrimas anticipadas

lagrimas de felicidad de saber en que puedo confiar y de recordar lo que no ya no puedo olvidar

 sueños premonitorios, y paz hasta en el infierno

recibir lagrimas y los te amos mas sinceros

alejados por unos tantos o miles de kilómetros, las luces y estrellas fugaces me dan un par de respuestas y ahora ya duermo mas tranquilo por que se que no esta tan lejos

recuerdos  vienen al vivirlos, sueños pasados, una señal en cada paso y en cada camino saber donde debo estar y de donde debo correr

sus lagrimas de niño me hacen llorar y me limitan a invadir, me duelen y me hacen saber que es lo que ya no debo hacer

atorado entre los mundos y esas hermosas dimensiones que en cualquier frágil instante pueden cruzarse y colisionar

las cabezas caen, que mano tan fuerte y tan incesante