sábado, 2 de julio de 2016

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Hoy he visitado por casualidad un lugar tan profundo, encendido en mi alma, mi mente y mis entrañas, un agujero tapizado de soledad, hacia años que no sentía esa sensación, pero ya no apareció ese miedo, ese infundado terror se esfumo, ahora hay una extraña luz blanca que apenas me deja distinguir los tonos de los colores, solo me da una visión iluminada de coraje y rencor.





Un momento que se detiene pero que absorve todo tu tiempo, que se consume así mismo con miles de deseos, en especial esas necesidades y fantasías amorosas, que seria lo ultimo que haría si el mundo se acabara y yo lo supiera, pues aquí cada amanecer es igual, es una llama que casi se apaga o que abraza todo sin que parezca que tenga final, y es duro mirarse en un espejo con tan profunda soledad y sin ganas de confiar en el reflejo.

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