sábado, 25 de junio de 2016

Hace tanto que no me permitía estar solo, es un camino extraño y un bucle en el tiempo, en mi conciencia.

Me había olvidado de esa extraña forma de destrucción que amo, soy feliz viendo como la maleza crece con la lluvia, viendo a esos seres inertes que sobrepasan mi estatura y que se extienden tanto que rebasan mi volumen, recordé mis intenciones poner una semilla en las comisuras de la banqueta y esperan a que crezcan, alegrarme un poco de cuando rompen las macetas, de ver flores extrañas.

Escuchar el viento y resistir bajo la lluvia, sin prisas, sin nada que me detenga, rechazar cualquier idea, se que hoy aun estoy lejos de hallar el camino, pero con una sonrisa pienso que no me importa.

Es un alivio que mi única meta sea viajar y ver una playa, liberado de pretensiones y disfrutando de mis sueños. No puedo negar que es triste ver cuantas cosas y personas se me alejan, pero en noches como esta soy cosas que menos importan.

Los aromas, los sabores que tanto me seducen y me aperplejan, palabras que alguien por ahí a lo lejos alguien entienda, así necesito todo solo para admirar nada por demostrar.

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