martes, 27 de octubre de 2015

sanguijuela

Reflejos que se pierden al otro lado del liquido espejo, avanzando de forma despiadada, van las luces del infierno y los ecos del silencio

Los gritos de los muertos, copas de sangre y un banquete de almas ingenuas, el cielo parece despejado, ya ha pasado la tormenta pero aun se percibe en el viento la sensación de tempestad.

Se acerca un gato gris, hace como que no me ve, pero siento que me cuida en cada movimiento, las aves gritan desesperadas y presumiendo sus alas, mismas que las condenan a la voluntad del viento.

Voces que se van perdiendo en el tiempo y plegarias que después de años han sido respondidas, transmutando la esperanza y perdiendo el olvido, la soledad y demaciada compañia ambas sintomas de la perdida de fe desde los primeros días, buscando un dios a quien culpar, persiguiendo la verdad que ni la muerte nos puede dar.

Deseo que estalla y estar tan contento, todo llega rápido y violento, igual vete lo estas haciendo demasiado despacio, deforma las caras de los paisajes conocidos, sujeta los miembros que salen por todos lados, aferrate a la tierra aunque con cada paso, se desmorona el piso.

Y regreso sin romper el ciclo instinto, la curvatura del destino una espiral de cinismo, de nuevo el otro lado esta vacío, de nuevo somos uno, busca con miedo y aterrado un refugio, unos brazos, un motivo, una risa que sea contagiosa y un sol supurante de calor que sobreviva al invierno, que sea capaz de quemar cada copo de culpa y miedo.

Pero lo inútil de la búsqueda merma la memoria y las ansias consumen la fuerza, ya no puedo seguir abriendo mas tumbas ni bebiendo mas sangre los corazones se están atrofiando y ya no saben igual, la sangre puede ser joven o añeja por sorbos es muy dulce o demasiado sincera, otros días resulta llena de adrenalina y amarga por las decepciones que tan frecuentemente nos alimentan.

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