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Los pedazos de todo lo que buscaba se encuentran es distintas miradas, diferentes tiempos, instantes y vidas ajenas, dolores intensos y perdidas instantáneas de ilusion, el ave que aterriza en el mar de fuego.

No aguanto las ganas de volarlo todo y despedazar mi tiempo, dejarme atrás, ser nuevos instantes, vidas, formación, traumas y momentos, sonrisas cansadas.

Hoy oí decir que me veía triste, seguro si, solo argumente que no había bien dormido, siempre esperando mas de todo, pensando por error que si yo siempre estaba ellos estarían.

Creyendo recuperar lo que a mi supuesto la vida me debía, buscando vidas pasadas, respuestas dentro del fuego, magia negra y oscura invocando elementos, dioses y astros.

Despertando a los guardianes, despertando poderes y dones especiales, abriendo puertas, implorando a las velas, acelerando procesos e incluso robando elementos precisos.

Todo parecer seguir en la misma espiral sin respuesta, me reta a saber si de verdad puedo ser egoísta, conjuntar mi luz y oscuridad, la guerra entre mi piel y la paz, besar a la muerte y penetrar a los ángeles.

Plegarias lascivas, llamando seres y almas antiguas, flores y espinas, los llamados y plegarias, que el aire se llevo, gritos y cortinas que el fuego calmo, el océano apacible lleno de sed y la tierra herviente a punto de parir.

Ya no hay nombres, ya no hay ilusion, el odio y la ira están sacando esta caja y a pandora de control, el hilo se esta rompiendo y la fibras unirán a cientos mas, amo el caos sin fuerza de voluntad, rostros nuevos y miradas hermosas de las que me pueda prendar.