I

Fueron unos años que sin duda le pusieron a prueba, algunas circunstancias parecían florecer y pero otras, las màs, definitivamente se marchitaron hasta convertirse en cenizas. ¿Que tan duro podía resultar este mundo?, igual de duro que esa extraña mezcla entre la dependencia y el verdadero amor, se reclamaba por no saber amar, pero nunca nadie nos enseño, sabemos las consecuencias positivas y negativas, pedestales a los que nos eleva y los océanos en los que nos ahoga.

Èl no supo ni como llego, una marea de sensaciones, despecho, soledad, lastima, deseo, una perdìda esperanza, aburrimiento y demasiado tiempo libre, todo eso le llevo por casualidad hasta aquel pequeño que parecía impredecible y un poco ajeno, se instalo la meta de acercarse y unos días bastaron, unas noches a su lado y una fuerza despertó, confundida con la emoción del momento, era brillante como el oro nuevo y con aroma dulce-ácido como un durazno tierno, su piel, su color, su risa, todo era puro y gritaba con ansias sentir los que estaba teniendo.

Empezo un dia tragico, marzo 17, ese día fue la primera vez que piso la casa del otro y decidió pedirle que fuesen novios