viernes, 21 de julio de 2023

Prologo

 

Las letras últimamente están mas revueltas, por no hablar de ideas, sigo acá de vuelta a una antigua lucha con mis sensaciones que me revuelven aun mas la mente. De forma recurrente me veo atrapado en la idea de ser honesto para evitar ese vestigio de culpa que a veces me agobia, y me encuentro perdido por que no puedo definir el limite entre decir la verdad o querer regocijarme en el cinismo que me genera placer desde hace ya tiempo.

Las necesidades afectivas han sido desplazadas por la enorme hambre de tranquilidad, de paz. Pero de igual forma no puedo definir entre donde termina la necesidad y donde empieza a ser necedad, al igual que la tranquilidad cuando pierdo el norte y la confundo con el confort de no sentirme comprometido.

Sigo anhelando un romance, un enorme romance adolescente, y de manera lastimosa veo que no podría volcarme por completo a una fuente, mis sensaciones ya no son tan fuertes, creo que amar se ha vuelto cansado, y no he encontrado una piel que me haga vibrar por completo o por mas de unos cuantos encuentros. La soledad me abraza de una forma tan arropadora, sin manías, sin frases hirientes, sin pasados latentes, y con el silencio más encantador. No hay que preocuparse por ser responsable de sus sentires y ni de estar en alerta sobre cuando dejara de ser títere.

Y me daba miedo que mis palabras ya no rimen, y me da terror no encontrar la coherencia, ver como paso de un tema a otro que parece no tener relevancia, pero así es ahora la existencia en la que me veo envuelto, en cada uno veo mi reflejo, y es que somos tormentas de adultos y nadie te cuenta como es cargar con ese bulto, preferimos hablar de nuestros logros y de lo que podemos controlar y poseer,  estamos agarrados con las uñas de los pies, me daban miedo los mareos pero ahora me dejo ir con la esperanza de que o volver lento, hay cansancio de desear y de esperar, hay heridas que se limpian con la calma y visitar el mar, hay amigos que sigo recordando pero no me recuerdan más, pasa el tiempo y sigue doliendo y es que no me di cuenta de que había que soltar, pues eran amores de verdad.

Trato de liberarme de la idea de mi fracaso, pues no veo claros los parámetros del éxito. Me siento libre de mi libido, pues también me he cansado, el sexo se volvió mecánico. Me siento lleno de ansiedad como si de verdad anhelara la decadencia inminente del futuro.


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