Y me percate que sin la mínima esperanza borraste los últimos
rastros de dolor, llegaste haciéndome sentir que debía dejarte ir, desde la
primera noche una ilusión sin esperanza te creí, sabía que debía tener tu sabor
porque probablemente no sabría más de ti, tu perfume abriría un recuerdo más allá
de mi entrañas, más profundo que las horas contadas, te reconocí, y fue mágico no
puedo dudarlo a pesar de tus miedos la
pase bien, me enseñaste a amar por una noche y solo lo puedo decir por aquí sin
miedo, no te iras, estoy tan seguro de ello porque por fin reconozco que no
estoy muerto, ni un cometa ni una estrella fugaz, eres una luna de mí, de esta
alma dentro del sistema solar, gracias por venir, gracias por ser, gracias por entrar
en mí, las palabras pueden sobrar y trato de asentar esta lluvia estelar,
minutos y segundos pudo durar pero de la memoria no se podrán borrar, te amé
una noche y lo puedo hacer más.
Nada se detendrá para ninguno pero sé que fuiste real…