lunes, 27 de marzo de 2017



Después de días y días, largos susurros largos términos largas noches y aún más elásticos días, las sombras que me envolvían y me opacaban la mirada fueron absorbidas desde lo más profundo de mi espíritu se incorporaron a mi tan profundamente, imprudentes me apaciguaron, me rindieron ante un dios extraño tan enorme que la mirada no me alcanzaba cada que presentía divisarla, rompió esquemas y conceptos de cada uno de los que me rodeaban termino con mi soledad distanciada y me sumergí en mi soledad autorealizada, un encuentro brutal con la verdad más a allá del bien y del mal, más allá de los deseos implantados y de las expectativas de mis concebidos  involucrados.
Sin duda pensé que le amaba, sentí que le necesitaba, pero esa sensación de estar ahogado se terminó una noche de pronto y comenzó un nuevo suplicio, una adicción desmesurada, había encontrado rostros soñados a mi alcance, hombres que me cautivaban con sus cuerpos, presencia, sonrisa y miradas. Fantasías encarnadas, la formula exacta estar enamorado por unos instantes queda corto para describir esos instantes, de verdad les amaba, los añoraba, eran cargas de vidas pasadas, ensoñaciones que satisfacían una sed que estaba pero jamás extrañaba. El cruce de las miradas sus cuerpos un aroma que me impregnaba, me desborda ahora su deseo extenso y sincero solo por unas horas vivía lo que durante años soportaba y armaba, una máscara caía y deja al descubierto mi mirada, el caos es ahora una deidad que celebro y mi fe está en un centro que parece ser el corazón de este y muchos universos el amor es una serie de sucesos y derrames químicos, una receta de alquimia y un puño de polvo que llena y alimenta la magia, las corrientes lo traen pero nada lo atrapa, nada lo en el tiempo lo ata y su invocación es solo cuestión de extras coincidencias y etapas vivo tranquilo por una noche sin esperarlo se encuentra fugaz y etéreo, se alimenta del mí y mi más hermoso misterio.  Sentí sus amores y no los quiero más la figura humana es una carga que no puedo soportar ni incorporar a mi sello, vengo y voy como todos los presentes en la historia sin final siglos y siglos volviéndonos a encontrar seguramente la próxima venida terrenal volveremos a rozar.