miércoles, 23 de enero de 2013

la sangre que escurre, la carne tendida sobre la mesa ese olor que lastima mi respiración se agita, mi interior se revuelve, ver sus ojos sin alma, la piel inerte, los labios que piden el fin. ese extraño llanto en mi interior ese dolor que deslava mi estomago y quema mi esófago. sentado en ese lugar donde no cuenta la culpa ni el arrepentimiento, el limite de toda fe, la intersección del ser y del que nunca seré y siempre intente ser

días largos, vidas cortas

cada parte de mi cuerpo sacudida por este frenético torbellino de sensaciones y sentimientos dolor, angustia, vértigo, desesperación, impotencia, amor, felicidad tantas ansias de sentir. Todos esos sueños que predicen, esas extrañas conexiones, los rostros que veo en sueños y que jamas antes he conocido. Las eternas coincidencias, los grandes dilemas, decidir entre la comodidad y la belleza, entre sentir amor y perderlo todo, entre no sentir lo suficiente y tener el control. no se si amo o siento pena, confundiendo el cariño con lastima, la culpa que nos hace soportar. dejarlo todo y salir corriendo, acabar con todo y salir corriendo, soportarlo todo y quedarme quieto. por fin siento el calor dentro, el agua a distancia, la tierra que brota, el viento que me recorre la sangre. cada parte de este cruce, los miles de caminos, las únicas opciones, soltarlo desprenderme del pasado olvidar quien soy y lo que he hecho olvidar que quiero y encontrar un nuevo yo.